Desde el Ayuntamiento de Soportújar, conjuntamente con los vecinos y vecinas se está trabajando en recuperar una antigua tradición del día del Corpus, que suele ser el final de la primavera.
Soportújar es un municipio donde son bienvenidas y se ponen en valor nuestras tradiciones, compatible con la innovación, las distintas ideas y con todas las formas de ver el mundo desde la tolerancia. Ese día se embellecen las fachadas de las casas con sábanas y colchas de para saludar el paso de procesión.
Era un día donde especialmente los niños/as correteaban por las calles y se escondían detrás de las sabánas, y veían las calles de una forma diferente a los días normales. Aunque la estética de cualquier día tiene un carácter alpujarreño de pueblo blanco en la cara sur de Sierra Nevada.
Se instalaban pequeños altares decorados con motivos religiosos católicos y flores, porque siempre en esa época de final de primavera había muchas flores en el campo, en los jardines y en las macetas de casa.
Una antigua tradición que se fue perdiendo en los años del pasado siglo XX, cuando se acentuó la despoblación hacia Alemania, Francia, Barcelona, Bilbao,... quedando muchas viviendas vacías, que hacían que al no haber ocupantes, esas viviendas se quedaban sus fachadas sin vestir.
Un atractivo turístico para quienes quieran acercarse este día a visitar Soportújar, ver y disfrutar de nuestra arquitectura vestida de otra forma.
El entorno y la estética de esta práctica humilde, junto a la arquitectura, lo convertían en un día especial para Soportújar.
Por segundo año consecutivo se está trabajando en este empeño, para que cada vez haya más fachadas vestidas y más vecino/as participantes, que mejorará la belleza, ese día de nuestras calles.