Sin embargo en los últimos tiempos se estaba convirtiendo en una mala costumbre, (a sabiendas de que el código de tráfico lo prohíbe terminantemente) de aparcar coches dentro del puente, produciendo muchos días la imposibilidad del transporte público a nuestro municipio y el paso peatonal.
Para que el puente cumpla la función para la que se construyó se han colocado en el día de hoy pilonas de madera, que eviten que cuatro vehículos colapsen la entrada a nuestro municipio.