Soportújar dispone de un nuevo atractivo: el pozo de los deseos, ubicado en la placeta de la calle Baja, cerca de la calle Zanjilla, la calle más estrecha de España. Un pozo de los deseos es un término del folklore europeo para describir los pozos en que se piensa que cualquier deseo expresado sería concedido.
La idea que un deseo sería concedido vino de la creencia de que había dioses contenidos en el agua o de que había sido colocada allí como regalo de los dioses, puesto que el agua era una fuente de la vida y a menudo era una materia escasa.
La tradición de lanzar pequeñas monedas a charcas y fuentes proviene de esto. Las monedas serían colocadas allí como regalos para la deidad en forma de agradecimiento. Este pozo ha sido obra de la empresa de escenografía, gestión cultural y proyección turística La Liebre de Marzo.