La fiesta Celta de Beltane es el puente entre dos estaciones: el equinoccio de primavera y el solsticio de verano. Esta fiesta representa la exaltación de las fuerzas reproductivas de la naturaleza, donde se rinde culto a la tierra, la fertilidad y el renacimiento de la vida.
Los ritos antiguos de las fiestas de Beltane se transformaron en las ofrendas florales a la Virgen, en el mes de mayo o mes de María, que de niños celebrábamos en la escuela, llevando flores.
Y en otras fiestas vinculadas a ésta como las fiestas en honor a la Cruz, a las cruces, o la propia fiesta de San Isidro, el 15 de mayo, como se celebra en todos los pueblos de Castilla y sobre todo en las zonas rurales, como patrón de los agricultores.